jueves, 19 de julio de 2012

CORTA - FUEGOS

Tanto incendio en estas últimas semanas, y algunos tan cerca de casa que hasta el alma quema me ha hecho reflexionar.

No es éste un post sobre reservas naturales, ni especies endémicas, extintas o qué sé yo. Ni siquiera sobre esas personas que luchan por salvaguardar unos montes agonizantes por nuestras incoherencias, aunque bien lo merecen. Y bien me indigna tanta destrucción gratuita.

Éste es un post sobre las distancias que, a veces, es obligado establecer entre las diferentes facetas de nuestras vidas.

Trabajo con decenas de personas, personas adultas. Y durante la mayor parte del año rondan el centenar. En un mismo día les imparto clases en seis sesiones distribuidas a lo largo del día, dos veces en semana.

Con much@s de ell@s ya comparto años de enseñanzas y aprendizajes. Y también compartimos el discurrir de la vida de cada un@ de nosotr@s, como es natural.

Algun@s son personas trabajadoras, en la enseñanza, en la medicina, en la administración pública, en el sector privado, otr@s son madres dedicadas en exclusividad a sus hij@s, a sus casas, a sus parejas.

Algun@s ignoran el valor de la diferencia, la importancia de la comunicación sincera y lo imprescindible que es el respeto absoluto entre las personas. Otr@s son personas sabias, prudentes y respetuosas, excelentes maestr@s en las relaciones humanas. 

Espontáne@s, impulsivos, alegres, observadoras, risueñas, serias... Un@s son felices y otr@s no tanto. 

Un@s han recorrido su camino, con más o menos penas, con más o menos alegrías, con una impresionante capacidad para superar y aprender de las circunstancias personales y de las dificultades de la vida.

Otr@s se han quedado estancad@s.

Y de esos otr@s es de quienes se me ha hecho imprescindible establecer una distancia, a veces enorme.

Un corta - fuegos que me permita salvaguardar mi intimidad para que no sea utilizada contra mí.

Porque ya no sólo mi apariencia, mis métodos, mis contenidos, mi opción profesional... son cuestionados, criticados y condenados. También mi opción de madre y compañera, mi opción de crianza y educación, mi opción de vida en su conjunto.

Y duele, duele callar una respuesta sincera y espontánea a una pregunta inocente y cariñosa sobre mi hija. Duele callar una opción de crianza para evitar recibir decenas de comentarios desagradables durante el transcurso de mi trabajo.

Duele que un@s cuant@s decidan que mi vida está "echada a perder" por ser madre.

Duele cerrar un bonito blog sobre maternidad, mi maternidad. Duele abrir otro bajo el anonimato, porque hasta nuestro colecho fue "tema a tratar en sociedad".

Duele tener que huir de las redes sociales. O tener que leer las desvariadas alusiones a mi persona.

Duelen estas personas, que con el fuego de su amargura tratan de incendiar y destruir a otr@s a través de las pocas ramas que rozan entre los árboles de sus vidas.

miércoles, 6 de junio de 2012

NO ENCAJO



Ya no encajo.

Allí donde las decisiones se toman de una manera unilateral.

Donde se imponen y se justifican a través de la amenaza.

Donde se intenta que se acepten a través del miedo.

Allí donde hay jerarquía.

Ya no encajo.

Donde hay órdenes y no peticiones.

Donde hay imposiciones y no negociaciones.

Donde un@s ejercen poder sobre otr@s.

Y donde las condiciones ajenas se manipulan, se cambian y hasta se destruyen sin consideración hacia el otro.

Ya no encajo.

Tampoco quiero encajar.

Ya no soy una pieza rígida, ni moldeada a gusto de otr@s.

Ya, ni siquiera, soy pieza.

Porque soy un todo, completa, con criterio y con consciencia.

O, por lo menos, así me siento.

lunes, 23 de abril de 2012

EN MI LUNA ROJA



Me levanto angustiada por las obligaciones ineludibles, inaplazables, indelegables.

Algo que en otro momento se trivaliza en la rutina del día, hoy se hace insoportable, una carga.

Mis inseguridades despiertan a sollozos, tal vez por el quejido continuo de mi tristeza.

Y es que, simplemente, no me apetece salir de casa. 

Sólo por un día, refugiarme en el calor de mi taza de té. 


Prepararme una ensalada templada, ligera y sana, rápida, sin más dedicación, porque hoy, quiero retirarme por un momento.

El mundo continúa, y yo, no soy imprescindible.

Reunirme con mi hija en la siesta, descansar mi cadera, relajar mi vientre y aliviar mi espalda bajo el edredón.

Dormirme al son de su respiración y sentir cómo, fundiéndose con mi necesidad de descanso, prolonga su sueño más allá de la costumbre, sabiduría de mujer que ya late en su cuerpo de niña.

Despertarme sus besos y sentirme aliviada, profundamente aliviada...

... y renovada.

Y sentarme a escribir mientras bendigo mi sexo.

lunes, 9 de abril de 2012

EN MI SONORA SOLEDAD

Camino a tientas en la oscura soledad de las horas mientras grito en silencio al viento que necesito una tribu.

De mujeres hermanas, de mujeres hermosas.

Soporto a duras penas el peso de criar a solas con mi cuerpo confuso, con mi alma herida en el abismo que aparece tras despertar a la consciencia.

Y entre lecturas y pensamientos, caricias, sonrisas y llantos abrazo a mi hija.

La bella criatura que tambaleó mi psique, sanó mi alma y cambió mi mirada al mundo.

Escribo desde mi soledad inmensa, en la que vivimos tod@s, en esta (supuesta) sociedad, hasta que encontramos la presencia verdadera y sincera del amor en otr@s.